05 June 2013

Estrenando vasito de "Stone Brewery" con una Cali-Belgique IPA

El domingo pasado estrené mi vasito que me trajo una amiga directamente desde Escondido, California, de la meritita y famosita "Stone Brewery". Lo estrené como se debe: con una cerveza de la misma cervecería, una Cali-Belgique IPA.

Envasada en una botella color café obscurita, con letras y logotipo dorado con blanco, al parecer, desde el 2008, cada año, la producen pero sólo en cantidades limitadas y no se puede encontrar tan fácilmente. Por lo que se lee en la etiqueta, se llama "Cali-Belgique IPA" porque es una Indian Pale Ale, estilo California en combinación con levadura belga, un experimento producto de la inspiración de los viajes del maestro cervecero Mich Steel.

Estilo: Indian Pale Ale

Alcohol: 6.9%
IBUs: 77%
Lúpulos: Magnum, Centennial, Chynooks
Aroma: a pino, cítrico, floral, lúpulo, a especias.
Apariencia: Amarilla, semi turbia, espuma blanca que persiste.
Sabor: en el primer sorbo, a malta, especias, ya luego, sabor cítrico, a toronja, refrescante, amargo, a lúpulo y ahí se queda en la garganta, manteniéndola lupulada y en extásis je je. Cuerpecito medio, de carbonatación media. Me pareció una muy buena cerveza, compleja, necesito probarla otra vez para estudiarla y analizarla mejor je je. 





Esta deliciosa cervecita la acompañé con una rica y apetitosa torta de machaca con aguacate, ¡mmm! aquí entre nos, buen maridaje: no se pierde ni el sabor de la torta, ni el de la cerveza, al contrario, resaltan muy bien los sabores de ambos. Lo recomiendo ;-).

Estas delicias, las disfruté en el jardín acompañada del sonido de los pajáritos y de una abejita golosa que andaba rondando el vaso de cerveza.
 

Por cierto, encontré este vídeo donde el mismísimo Mich Steel comenta sobre esta cerveza en específico:

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01 June 2013

La cerveza artesana en España

Descansando mis piernitas, debido al inesperado y no deseado desgarre muscular que sufrí hace ya cuatro semanas, snif, me he dado a la relajada tarea de ver películas y documentales sobre temas que me interesan, entre ellos, obvio está, la maravillosa cerveza :-)

En este sábado nublado acá en mi bello y playero pueblis, encontré en You Tube este reportaje sobre la cerveza artesanal en la "Madre Patria". Me pareció interesante para tener una idea de la situación cervecera por aquellos hermosos y lejanos lugares. Por ejemplo, desconocía que la mayor parte de los cultivos de lúpulo y cebada se concentran en Castilla y León, y que...bueno aquí se los dejo para cuando tenga oportunidad le echen un fermentado vistazo. ¡Saludos! ;-) 

28 May 2013

Cata cervecera en casa

Las reuniones con los amigos queridos son lo mejor del mundo, y más cuando son acompañadas por los placeres de la vida, como la buena comida y buena bebida. Este domingo fué un ejemplo de ello: reunión espontánea, agradable y rica con unos quesitos importados de Francia, Canadá y Alemania, salchichitas asadas, carnita término medio, papas al horno, y una rica rica y aromática cremita con mucho ajo :-)

Todo lo anterior, lo acompañamos con unas refrescantes cervezas, entre ellas unas "normales" de la vida cotidiana: Bohemia y Negra Modelo, así como también con unas botellitas de cervecerías estadounidenses, traídas por un amigo, las cuales compartimos entre los presentes, realizando una merecida y bien lograda "cata cervecera" ;-)



Las nombraré en orden de aparición y degustación:

1. Nombre de la cerveza: Thunderweizen Ale 

Estilo: Hefeweizen
Alcohol: 5.5%

Cervecería: Lightning, Poway California
Impresiones: muy frutal, un toque picante; refrescante, ideal para el veranito. Me gustó, si la tomaría de nuevo, acompañando un cevichito, unos sandwich de atún o algo parecido. Leo que esta cerveza ha obtenido varias medallas en festivales cervecero en California.


2. Nombre de la cerveza: Big Daddy
Estilo: IPA, lúpulos: Cascade, Columbus, Centennial
Alcohol: 6.5%
Cervecería: Speakeasy, San Francisco, California
Impresiones: me llamó la atención el nombre de la cerveza, me gustó la etiqueta, los ojitos pintados en la botella, el nombre y concepto de la cervecería, muy de los años de la Ley Seca. La cerveza, recomendable, fué mi favorita de la tarde.

3. Nombre de la cerveza: Old Guardian
Estilo: Barley Wine
IBUS: 80

Alcohol: 11.6%
Cervecería: Stone Brewery, Escondido California
Impresiones: creo que yo estoy enamorada de todas las cervezas de Stone, todas me gustan je je y esta no fué la excepción, con cuerpecito, brillante, maltosa, lupulosa, mmm, ideal para el otoño, con unas velitas sobre la mesa, una buena cena y compañía ;-) Super recomendable...y sí está "pegadora" debido al porcentaje de alcohol. Más información aquí.


4. Nombre de la cerveza: Koko Brown
Estilo: Pale Ale con coco (cerveza de temporada, primavera/verano)
Alcohol: 5.5%

IBUs: 26.7% Lúpulos: Cascade. Millenium, Willamette
Cervecería: Kona Brewing Co, Hawaii, Estados Unidos
Impresiones: me pareció una buena cerveza, ideal para el verano. No sé si sea por la etiqueta o porque sabía que provenía de Hawaii, pero el aroma si me transportó a la playa, huele y sabe a coco. La recomendaría para las fiestas de verano, para las carnes asadas, cumpleaños felices en el jardín, etc. De esta cervecería me gustaría probar más estilos, pero en Hawaii bailando Hula Hula je je ;-)

5. Nombre de la cerveza: Old Viscocity

Estilo: ? (no supe si Porter, Stout... si alguno de ustedes sabe, me dice)
Alcohol: 10.5%
Lúpulos: German Magnum
Cervecería: Port Brewing, San Marcos, California
Impresiones: añejada en barricas de caoba. Sabor ahumado, maltosa, chocolatosa. Me pareció una buena cerveza, bien balanceada, aunque no es de mis "estilos" sabores favoritos. 



Así el domingo, así la fermentada vida de una catadora - por corta temporada - en silla de ruedas (ya falta menos :-) ¡Saludos maltosos y lupulosos!

20 May 2013

Temporalmente en silla de ruedas

Aventuras e invitación de un cuerpecito latino mermeladesco, chocolatoso, maltoso y lupuloso, temporalmente en silla de ruedas:

Es cómodo sentarse y dejarse empujar, ver el mundo en movimiento y sin ningún esfuerzo, sonriendo y en ocasiones tocando la "bocinita" -prestada por la "Reina Azul de los Mares"- instalada en el lado izquierdo de la silla, para avisar que uno va a pasar y que los peatones despistados se hagan a un lado. Muchos voltean a ver, sonríen, ofrecen disculpas y abren camino...

Sin embargo, la vida en silla de ruedas es muy limitada, no me refiero sólo al hecho de no poder caminar bien, lo cual es casi fatal, sino a lo que uno tiene que enfrentarse en interiores y exteriores para poder trasladarse de un lugar a otro, sea la distancia corta o semilarga, es una muestra de la falta de visión y planeación, de que los humanos pensamos sólo en nosotros mismos y creemos que siempre estaremos jóvenes, saludables y perfectos:
  • Empezando por la casa donde vivo, es de dos pisos, no hay rampas y por todas partes hay escalones.
  • La mayoría de las banquetas no son planas, sino agrietadas, con bordos, con hoyos, hechas de diferentes materiales; en ocasiones no hay rampas y hasta un escalón mal construído y planeado en medio del camino. Además, hay autos estacionados en las banquetas obstruyendo descaradamente el paso, no sólo a los paseantes en sillita de ruedas, sino a los peatones. En las zonas comerciales, los estantes con artículos también "tapan" la banqueta. Las calles, ni se digan, no se puede transitar en silla de ruedas, ni por la orillita.
  • Algunos bares, restaurantes y zonas recreativas no tienen acceso/espacio para clientes en sillas de ruedas. Si las tienen, están cerradas o en muy malas condiciones. Snif.
  • En general, nos falta concientización hacia las personas en sillas de ruedas y hacia las personas con discapacidad, esto no es nada nuevo, lo sabemos todos, pero uno se acuerda o se percata de ello, cuando lo vive "de cerquita".
Así que, por todo lo anterior, exhorto, y lo digo así con esta palabra "polítiquera" como si estuviera en campaña (para estar "a doc" je je...) a que todos respetemos los cajones de estacionamientos, los baños, rampas con el gráfico de silla de ruedas; a estar más atentos a nuestro alrededor y detectar a personas que pudieran necesitar nuestro apoyo para cruzar la calle, para bajar, para subir, no sólo en silla de ruedas, sino en bastón, en andador, débiles visuales, etc, etc, etc. 
También a tener paciencia y respetar, la velocidad y ritmo es diferente. 
A mis amig@s arquitectos, ingenieros y encargados de planear la infraestructura citadina, que tomen en cuenta siempre a las personas limitadas en movimiento y en otras cuestiones físicas. Así las cosas, así mi invitación...

Gracias mil por su atención :-)

 

18 May 2013

La "Amapola del Norte"

Durante mi estancia en Alemania, tuve la fortuna y placer de que me prestaran una bicicleta :-). Una bicicleta que se adaptó a mí, en tamaño y velocidad, en peso y en dejarse llevar...la llamé la "Amapola del Norte" ("Die Mohnblume des Nordens").

Esta bici perteneció a una señora de nombre "Hanelore", el cual se leía en el llaverito que portaba la llave del candado. La señora, a quien me tocó conocerla y saludarla un par de veces, ya falleció. Sus familiares querían tirar la bici porque nadie la utilizaba y no cabía en el sótano; afortunadamente no la tiraron y me sirvió para transportarme en el pueblito, además de que me provocó muchas sonrisas y felicidad. Hanelore, Danke! :-)

La usé las primeras dos semanas - antes de mi desgarre en ambas pantorrillas - para pasear por los alrededores del pueblito en Renania del Norte Westfalia, donde estuve gran  parte del tiempo. La mayoría de los paseos fueron a lo largo del río Werre y río Weser, disfrutando en cada rodada el paisaje natural, y contemplando el movimiento de las aguas cristalinas y frías, rumbo al Mar del Norte; además, me tocó apreciar la despedida del invierno y el hermoso nacimiento de la primavera.
Cabe mencionar, aunque seguro ya se habrán imaginado, que a mitad o al final de cada pedaleada, pues realizaba alguna merecida pausa para refrescar el cuerpecito latino con una buena fermentada maltosa y lupulosa.

Primer paseo o el día que me entregaron a la bella "Amapola del Norte"

Aunque no alcanzaba a subirme fácilmente al asiento, me subí como pude a la bici y le dí al pedal... se movía poquito el manubrio, pero aún así, seguí, le dí la vuelta a la cuadra. Me bajé, me volví a subir hasta que le fuí perdiendo el miedo, es que aquí entre nos, una bici muy alta no es para mí, tengo anécdotas de que no me supe bajar y azoté en media calle y banqueta, las cicatrices en el antebrazo, codo, rodilla y pantorrilla derecha, todavía me lo recuerdan, pero esa es una historia que será contada en otra ocasión ;-) 




Una vez que le tomé confianza, aumenté el radio de circulación y me fuí alejando: pedalié por las banquetas, crucé las calles, esperé los semáforos en rojo, moví los brazitos para marcar vuelta a la derecha o a la izquierda. Fuí pedaleando con más fuerza y ritmo, relajándome y sintiéndome bien, muuuy bien en ella, hasta que empecé a apreciar el viento en mi carita, el solecito en mis cachetitos y esa sensación de libertad que es común y normal al conducir una bici...¡ah! definitivamente, no hay nada comparable a ese sentimiento: ¡libertad, alas, felicidad!

Dí un paseo por el pequeño bosque, visité a los patitos en el arroyo y me senté en una banca a leer un libro...