Columna publicada en la primera semana de agosto de 2014.
En las últimas semanas tuve la oportunidad de asistir a un par de
eventos cerveceros de talla internacional en la capital alemana, en
donde el tema principal fue la cerveza artesanal.
En ambos eventos, acudieron de todas partes del mundo, productores de
cerveza, distribuidores, periodistas, columnistas, blogueros,
consumidores e interesados en disfrutar este líquido milenario, lo que
muestra que la cerveza artesanal está siendo cada vez más apreciada,
reconocida y buscada a nível global.
Pero... ¿Qué es la cerveza artesanal?
Independientemente del concepto técnico que dice “bebida fermentada
elaborada sin el uso de maquinaria y en cantidades pequeñas de tales a
tantos litros por año”, me gustaría compartir con ustedes lo que en
estos eventos, según la gente presente, originaria de Holanda,
Dinamarca, Alemania, Inglaterra, España, Brasil, México, Estados Unidos,
Canadá, Israel y Rusia, describe como el concepto de cerveza artesanal. Cerveza artesana como le dicen en España, Craft-Bier en idioma alemán
o Craf Beer en inglés. Personalmente, coincido con estas
características.
La cerveza artesanal no es gourmet, ni premium, esos términos sólo
son parte de la mercadotecnia; sin embargo, la cerveza artesanal sí es:
Natural.
Ya que que está elaborada con ingredientes naturales: agua, lúpulo,
malta y levadura. Además, dependiendo el estilo y la receta, se le
agregan hierbas, frutas o especias. No se utilizan conservadores,
colorantes o saborizantes artificiales.
Honesta.
Ya que no se necesita agregarle, esconderle o inventarle atributos, es lo que es: cerveza.
Independiente. Se elabora por convicción y porque gusta a quien la hace, no pensando en
el mercado o sólo para generar ganancia. Además, generalmente, las
microcervecerías artesanales, no pertenecen a otras compañías.
Innovativa.
Siempre se pueden crear combinaciones que aún no existen y sorprender paladares.
Especial.
Detrás de cada botella, de cada tarro, de cada barril, hay una historia:
cada productor o maestro cervecero la elabora de acuerdo a su receta,
dedicándole tiempo y pasión a todo el proceso, y por lo tanto, al
producto final.
Deliciosa.
Como está hecha con esmero, con ingredientes naturales y de calidad, la
cerveza artesanal tiene sabor. Sabe a malta, a lúpulo o a mil cosas más,
dependiendo el estilo, los ingredientes, la elaboración, la
fermentación... el ánimo, la compañía.
Sin duda, una vez probado y conocido la cerveza artesanal, la vida ya no es igual.
¿Y tú? ¿ya la probaste?. ¡Salud por la cerveza artesanal!
Autora: Yadira Espinoza
bikebeerfun.blogspot.de
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