20 May 2013

Temporalmente en silla de ruedas

Aventuras e invitación de un cuerpecito latino mermeladesco, chocolatoso, maltoso y lupuloso, temporalmente en silla de ruedas:

Es cómodo sentarse y dejarse empujar, ver el mundo en movimiento y sin ningún esfuerzo, sonriendo y en ocasiones tocando la "bocinita" -prestada por la "Reina Azul de los Mares"- instalada en el lado izquierdo de la silla, para avisar que uno va a pasar y que los peatones despistados se hagan a un lado. Muchos voltean a ver, sonríen, ofrecen disculpas y abren camino...

Sin embargo, la vida en silla de ruedas es muy limitada, no me refiero sólo al hecho de no poder caminar bien, lo cual es casi fatal, sino a lo que uno tiene que enfrentarse en interiores y exteriores para poder trasladarse de un lugar a otro, sea la distancia corta o semilarga, es una muestra de la falta de visión y planeación, de que los humanos pensamos sólo en nosotros mismos y creemos que siempre estaremos jóvenes, saludables y perfectos:
  • Empezando por la casa donde vivo, es de dos pisos, no hay rampas y por todas partes hay escalones.
  • La mayoría de las banquetas no son planas, sino agrietadas, con bordos, con hoyos, hechas de diferentes materiales; en ocasiones no hay rampas y hasta un escalón mal construído y planeado en medio del camino. Además, hay autos estacionados en las banquetas obstruyendo descaradamente el paso, no sólo a los paseantes en sillita de ruedas, sino a los peatones. En las zonas comerciales, los estantes con artículos también "tapan" la banqueta. Las calles, ni se digan, no se puede transitar en silla de ruedas, ni por la orillita.
  • Algunos bares, restaurantes y zonas recreativas no tienen acceso/espacio para clientes en sillas de ruedas. Si las tienen, están cerradas o en muy malas condiciones. Snif.
  • En general, nos falta concientización hacia las personas en sillas de ruedas y hacia las personas con discapacidad, esto no es nada nuevo, lo sabemos todos, pero uno se acuerda o se percata de ello, cuando lo vive "de cerquita".
Así que, por todo lo anterior, exhorto, y lo digo así con esta palabra "polítiquera" como si estuviera en campaña (para estar "a doc" je je...) a que todos respetemos los cajones de estacionamientos, los baños, rampas con el gráfico de silla de ruedas; a estar más atentos a nuestro alrededor y detectar a personas que pudieran necesitar nuestro apoyo para cruzar la calle, para bajar, para subir, no sólo en silla de ruedas, sino en bastón, en andador, débiles visuales, etc, etc, etc. 
También a tener paciencia y respetar, la velocidad y ritmo es diferente. 
A mis amig@s arquitectos, ingenieros y encargados de planear la infraestructura citadina, que tomen en cuenta siempre a las personas limitadas en movimiento y en otras cuestiones físicas. Así las cosas, así mi invitación...

Gracias mil por su atención :-)

 

18 May 2013

La "Amapola del Norte"

Durante mi estancia en Alemania, tuve la fortuna y placer de que me prestaran una bicicleta :-). Una bicicleta que se adaptó a mí, en tamaño y velocidad, en peso y en dejarse llevar...la llamé la "Amapola del Norte" ("Die Mohnblume des Nordens").

Esta bici perteneció a una señora de nombre "Hanelore", el cual se leía en el llaverito que portaba la llave del candado. La señora, a quien me tocó conocerla y saludarla un par de veces, ya falleció. Sus familiares querían tirar la bici porque nadie la utilizaba y no cabía en el sótano; afortunadamente no la tiraron y me sirvió para transportarme en el pueblito, además de que me provocó muchas sonrisas y felicidad. Hanelore, Danke! :-)

La usé las primeras dos semanas - antes de mi desgarre en ambas pantorrillas - para pasear por los alrededores del pueblito en Renania del Norte Westfalia, donde estuve gran  parte del tiempo. La mayoría de los paseos fueron a lo largo del río Werre y río Weser, disfrutando en cada rodada el paisaje natural, y contemplando el movimiento de las aguas cristalinas y frías, rumbo al Mar del Norte; además, me tocó apreciar la despedida del invierno y el hermoso nacimiento de la primavera.
Cabe mencionar, aunque seguro ya se habrán imaginado, que a mitad o al final de cada pedaleada, pues realizaba alguna merecida pausa para refrescar el cuerpecito latino con una buena fermentada maltosa y lupulosa.

Primer paseo o el día que me entregaron a la bella "Amapola del Norte"

Aunque no alcanzaba a subirme fácilmente al asiento, me subí como pude a la bici y le dí al pedal... se movía poquito el manubrio, pero aún así, seguí, le dí la vuelta a la cuadra. Me bajé, me volví a subir hasta que le fuí perdiendo el miedo, es que aquí entre nos, una bici muy alta no es para mí, tengo anécdotas de que no me supe bajar y azoté en media calle y banqueta, las cicatrices en el antebrazo, codo, rodilla y pantorrilla derecha, todavía me lo recuerdan, pero esa es una historia que será contada en otra ocasión ;-) 




Una vez que le tomé confianza, aumenté el radio de circulación y me fuí alejando: pedalié por las banquetas, crucé las calles, esperé los semáforos en rojo, moví los brazitos para marcar vuelta a la derecha o a la izquierda. Fuí pedaleando con más fuerza y ritmo, relajándome y sintiéndome bien, muuuy bien en ella, hasta que empecé a apreciar el viento en mi carita, el solecito en mis cachetitos y esa sensación de libertad que es común y normal al conducir una bici...¡ah! definitivamente, no hay nada comparable a ese sentimiento: ¡libertad, alas, felicidad!

Dí un paseo por el pequeño bosque, visité a los patitos en el arroyo y me senté en una banca a leer un libro...



 

17 May 2013

Más de mis paseos fermentados en la tímida primavera nórdica

La cervecería que no visité esta vez en Hamburgo, fué "Gröninger Privatbrauerei", la cual es muy conocida entre los porteños por sus varios años de existencia. Es casi ya una tradición visitar su sótano obscuro, tomar cerveza y acompañarla con unas grasositas piezas de puerco o salchichas je je, ahí si me tocó estar hace algunos años, pero a la parte nueva, al restaurante y visitar exactamente donde elaboran la cerveza, no.

Por lo que leo en su menú y en su página de internet, no tiene mucha variedad de cerveza, bueno, de cualquier forma, sólo tomé la fotito de afuera del edificio, el cual queda a un ladito de "Speicherstadt", una de las áreas mas famosas de Hamburgo, ya que es una de las zonas de almacenes más grandes del mundo. Ahí se guardaban y comercializaban importantes cantidades de café, granos, especias, alfombras desde uuu hace cientos de años; actualmente, algunos de los edificios, se siguen utilizando como bodegas, pero también hay museos, restaurantes, oficinas, etc...



Fachada de Cervecería Groeninger

Un canal de los tantos que hay en Speicherstadt



Speicherstadt Hamburg

Speicherstadt Hamburg

Además, durante mi estancia en la ciudad hanseática, y para refrescar el cuerpecito después de los largos paseos alrededor del lago, a la orilla del río Elba, a través de las angostas calles con edificios de diferentes estilos arquitectónicos, probé, degusté, disfruté de varias cervecitas. Aquí les presento una de trigo de la cervecería "Duckstein", que aunque ya la había probado, y no sea de mis favoritas, siempre se disfrutan ;-)
Una de trigo de la cervecería Duckstein en la playa más conocida por los hamburgueses: Strand Perle, a la orilla del río Elba en Ovelgoenne

A la orilla del río Elba

Escaleras rumbo a Strand Perle
También me tocó probar una "Radler" de la cervecería bávara "Hacker-Pschorr", es una bebida mitad cerveza, mitad limonada, la verdad está muy refrescante; y de hecho se llama "radler" (ciclista) porque es una bebida dirigida para los deportistas, no se "sube" el alcohol, ni con una botella je je... y sí hidrata. Es una bebida que prefieren también muchas mujeres en Alemania, me ha tocado ver. En mi caso, me agrada, pero no es de las bebidas que tomaría todos los días :-P. 

Esta bebida "radller" surgió en el siglo XIX en Baviera, precisamente por necesidad de los ciclistas que llegaban a los restaurantes o jardínes de cerveza, pidiendo refrescarse pero sin "mucho" alcohol, entonces empezaron a pedir una bebida mezclada. En el norte de Alemania, también se le conoce como "Alsterwasser" (Agua de Alster, haciendo relación al lago de Hamburgo).



Prost! ;-)

11 May 2013

Cervecerías en Hamburgo, parte 4: Holsten Brauereifest

Fué el 27 de abril, el día en que mis pantorrillitas empezaron a quejarse de tanto caminar en el frío nórdico del puerto hamburgués, aún así con un leve dolor y probablemente zapatos inadecuados, asistí al festival que organizaba la cervecería "Holsten" en la zona de Altona...

El evento, llamado "Holsten Brauereifest" se llevó a cabo dentro de las instalaciones de la cervecería "Holsten Brauerei AG", hijita del consorcio danés "Carlsberg", a quien también le pertenecen las marcas Astra, Luebzer, Feldschloessen und Hannen Alt. 



El festival consistió en recorridos por la cervecería, adentro y afuera, explicaciones y zona de exposición sobre historia y proceso de elaboración de sus cervezas, presentaciones musicales y artísticas (entre los que destacaron Kettcar y Flo Mega); así como también juegos para los asistentes, como en kermess, y obvio, venta de gastronomía alemana y cerveza "Holsten" en todos sus estilos y presentaciones:
  • Pilsener
  • Alcohol Frei
  • Holsten Export Premium (desconozco el estilo)
  • Radler (50% cerveza, 50% refresco de limón)
  • Holsten Extra Herb
  • Holsten Stark (7 % alcohol)
  • Holsten Edel


 Visitar las instalaciones interiores de la cervecería Holsten (producción y área de etiquetado), no me fué posible, había una lista de espera de más de cuatro horas, y como les menciono al principio de este "post", me dolían las piernitas, además ese día estaba haciendo mucho frío, que sentía hasta los muy ocultos huesitos, no traía chamarra adecuada. Snif. Sin embargo, las instalaciones de Holsten ya las conozco, me tocó visitarlas hace algunos años, si no me equívoco casi una década, ¡uhhh!, en un tour organizado especialmente para los estudiantes de alemán de una escuelita de idiomas.




Lo que me llamó la atención y aquí entre nos, el motivo principal por el cual asistí al evento fué debido al área al que denominaron "Bierstrasse" (la calle de las cervezas), teniendo como invitadas a algunas cervecerías alemanas e internacionales. Esperaba un poquito más, sin embargo, estuvo interesante, ya que probé algunas cervezas que no conocía como las de la cervezas "Grimberger", belgas de abadía: Blonde  y Dubbel. ¡Mmm!Ríquisimas e ideales para aminorar un poco el fríito ;-)


Cabe mencionar que la cervecería Holsten, acaba de abrir un área para interesados en elaborar y aprender más cerveza: incluye cursos y seminarios, aquí el enlace, al parecer el Maestro Cervecero en persona, Ruediger Weck, es el que los imparte ;-) . Con esto, constato una vez más que el movimiento de las microcervecerías y la onda artesanal está comenzando a apreciarse, a notarse por territorios alemanes, específicamente en el Norte, que en mi opinión estuvo dormido muuuuucho tiempo ;-). Prost! Y recuerden, ¡bienvenidos sus comentarios! (al menos para saber que alguien me está leyendo ;-)

08 May 2013

Cervecerías en Hamburgo, parte 3: Rastherrn y Altes Mädchen

Continúando con algunas de las experiencias cerveceras en la bella ciudad de Hamburgo, Alemania, donde hace casi seis años, viví casi seis años je je, y por lo tanto, en lo personal es un lugar donde se quedan y reviven muchos recuerdos, les platico que uno de los sitios nuevos que me sorprendieron, y que de hecho, puedo llamar "highlights" de mi reciente visita, fué un restaurant llamado "Altes Mädchen" que pertenece a la cervecería "Rastherrn".


Ambos negocios están ubicados en un edificio histórico de ladrillo, en uno de los barrios más vibrantes, coloridos y locochones de Hamburgo: Sternschanze.

La cervecería Rastherrn existe desde hace sesenta años en este puerto, sólo que desde hace poco, unos jóvenes empresarios le están dando un giro completamente diferente, muy a la onda artesanal, microcervecería con producto de calidad y en cantidades pequeñas, así como en Estados Unidos y otros países, entre ellos mi muy querido México. Curiosamente algunas variedades del lúpulo que utilizan para sus cervezas es traído de la costa este estadounidense, todo lo contrario a como le hacen en el continente americano, que importan lúpulo europeo. 
 
El restaurant-cervecería lo abrieron apenas en marzo, justo a tiempo para mi llegada ;-)


En cuanto a cervezas, ofrecen las de la casa, todas directamente del barril: 

  • Pilsener: 4.9% alcohol. Lúpulos: Hercules, Tradition, Select, Saphir.
  • Pale Ale: 5.6 % alcohol. Lúpulos: Hercules, Tradition, Cascade, Saphir, Hallertauer.
  • Rotbier: 5.2 % alcohol. Lúpulos: Hercules, Tradition, Saphir.
  • Zwickel: 5.6 %alcohol.
  • Weizenbier

 Además, las de temporada: Pale Ale Reeperbahn Festival y la que me tocó probar en este mes, una estilo Maibock, ellos le llaman Springbock. 

En "Altes Mädchen" cuentan también con una amplia variedad de cervezas en barril y en botella de diferentes países, principalmente belgas y gringas. Sinceramente no sé de otro lugar en Hamburgo con esta gran, maltosa, deliciosa y lupulosa oferta, me sentía feliz, en mi elemento, viendo el amplio refrigerador repleto de tesoros fermentados, leyendo y volviendo a leer el menú, ¡mmm!, ¡super atractivo!. 


El menú gastronómico son "tapitas" y charolas con diferentes tipos de quesos, jamones y panes, el pan lo elaboran ahí mismo. La atención al cliente muy buena, muy amigables todos, lo cual es un poco extraño en esta ciudad nórdica je je, muy bien preparados los chavos y chavas, saben que recomendar y responder a las dudas de los clientes curiosos...
 

Aquí entre nos, fuí dos veces. 

La primera ocasión fué a mediodía, casi no había gente, tomé muchas fotos, y dos cervezas, una Rotbier (5.2% alcohol) de la casa y una Pale Ale de Sierra Nevada que me ofrecieron de cortesía. Desafortunadamente las fotos de esta ocasión se las deberé, mi cámara se puso en huelga y las perdí. Snif.



La segunda vez, fué en la tarde-noche y mis acompañantes y yo, tuvimos la suerte de alcanzar la última mesa libre. Estaba lleno y el servicio un poco lento, pero aún así valió la pena. Probé la Maibock, la Pale Ale de la casa y una IPA de Sierra Nevada. Además, me deleité con unos panecitos bien servidos y hasta tuve la oportunidad de conocer y conversar con Sophia Wenzel, Beer-Sommelier del restaurant-cervecería, que andaba asesorando a los presentes y se sentó un rato con nosotros para platicarnos su experiencia y algunas recomendaciones ;-) 

Bis nächstes mal Altes Maedchen!







Con Sophia Wenzel, Bier Sommelier de Altes Maedchen. Una amiga, socia de MCCM y yo.
Prost! :-D