24 August 2014

La mejor cerveza del mundo

Columna publicada en Zona Líder el 20 de agosto del 2014.

La mejor cerveza del mundo es...
Por: Yadira Espinoza. Desde Berlín.

¿Cuántas veces hemos visto artículos en periódicos o revistas, impresas y en Internet, en las que publican listas de las mejores cervezas? Abundan, en todos los países y en todos los idiomas, sin embargo, esas listas, esa información, desde mi punto de vista, generalmente es estrategia mercadológica, publicidad o es una sincera opinión de quien la escribe. Esto no quiere decir que no sea válida, o algo negativo, pero no hay que dejarnos llevar.

De la misma manera sucede, cuando alguien nos dice que tal cerveza es la mejor o cuando nos preguntan nuestra preferida y nos damos a la tarea de nombrar alguna.

Es que hablar, nominar, señalar cual es la mejor cerveza de nuestra ciudad, del Estado, del país, del continente o del mundo...es totalmente relativo, y considero yo, imposible de precisar y de acomodar en un texto...

Por lo que, en mi humilde opinión, la mejor cerveza, es: depende. Sí, depende de:

El estado de ánimo: si uno anda cansado, estresado, triste, contento. Si tuvo un mal día en el trabajo, discusión con el jefe, o acaba de obtener algún logro personal o reconocimiento profesional.

El momento: si es entre semana, el fin de semana; a mediodía en la comida, o en la cena; una ocasión especial: boda, fiesta de cumpleaños, aniversario de bodas, etc.

La compañía: reunión con los amigos, con las amigas; con la pareja; con compañeros de trabajo; con gente aficionada a conocer y apreciar cervezas. O tal vez con un cólega para platicar sobre algún proyecto...o con la mamá, papá o hermanos disfrutando de una tarde.

El lugar: si es en casa, en un bar, en la playa; un picnic en el parque, en el campo, en las montañas. O tal vez en un bosque o pueblo mágico.

El clima: si está haciendo calor, o frío; si es primavera u otoño.

El objetivo: acompañar algun platillo; aprender de cervezas, conocer un nuevo estilo; refrescar el cuerpecito después de haber caminado mucho; relajarse, consentirse, etc.

Así es, queridos lectores, pienso que es importante leer la información sobre cervezas, escuchar las opiniones de los demás, así como también estar abiertos a nuevos sabores, probar otras marcas y estilos, industriales y artesanales, pero es fundamental no dejarse influir: la mejor cerveza depende de varios factores y sobre todo la mejor cerveza es la que a uno más le guste. Punto y ¡salud!.


20 August 2014

El encuentro con la Gorda María.

Aunque todavía estamos en agosto, el verano en el norte de Alemania, ya brilla por su ausencia. Los fuertes vientos, las hojas secas y la temperatura que ha bajado bastante en los últimos días, envían señales de que el otoño ya llegó, sutilmente está ya marcando presencia.
Señales de otoño. Temporada de manzanas a la orilla del río Havel. Hay tantas que se echan a perder. Los dueños de los manzanos, ponen letreritos de que son gratis, que se las lleven; aveces hasta ponen canastas o bolsas llenas, para que no tengan que juntarlas. 

Así que, antes de que haga frío, decidí dar un paseo en bici que desde hace tiempo tenía ganas de realizar: darle la vuelta al lago Tegel, que queda al noroeste de Berlín y que se junta con el río Havel.

La temporada de bañistas ya terminó. Ni un ser humano chapoteando, sólo aves descansando y tomando los últimos rayitos de sol. El lago Tegel.

Según "google maps", fueron 18 kilómetros recorridos en una hora y pico; sin embargo, el tiempo que hice fué de casi tres horas, ya que mi velocidad no es la más rápida, además de que hice varias pausas para contemplar y fotografiar el paisaje.


450 hectáreas es el lago Tegel, pero las islas ocupan unas 54 hectáreas. El Lago Tegel, es el segundo más grande de Berlín, después de Muegelsee.

Parte del recorrido ya lo conocía, se ve el lago maravilloso. La otra parte, era la que despertaba mi curiosidad: tomar el "ferry" que cruza el río Havel y te lleva a la otra orilla, para pasear y ver el lago desde otra perspectiva; además, quería llegar al bosque Tegel, donde se encuentra el árbol más viejo de Berlín llamado "Dicke Marie", la gorda María. 


Cruzando el río Havel en el barquito. Tiene un costo de 1 Euro por persona y bici. Dura unos cinco minutos el trayecto: express. También caben autos.

Debo decir que en el bosque sentí un poco de miedo: no había ni un humano cerca, yo, con mi bici, la única visible de los invisibles... ¡ay, nanita! no quisiera invocarlos. Por cierto, siempre que voy a un bosque comprendo porque hay tantas historias, relatos, cuentos y leyendas que suceden en este contexto, uno hace contacto con sus demonios internos o con su luz más profunda, como gusten llamarle, el caso es, que la fantasía explota y uno inventa e imagina hasta lo que no...

El bosque Tegel tiene 2169 hectáreas. No lo recorrí todo, sino la parte que rodea al lago. Hay animalitos silvestres, como venados, pero no ví ninguno...

La Gorda María, un gran roble, tiene casi mil años de edad. 
Altura del árbol: 26 m. 
Diámetro: 210 cm.

Desde el año 1107 ha crecido y permanecido en el bosque, ha sido testigo del crecimiento de la zona, de la peste y de las guerras. Fué nombrado así por Alexander von Humboldt, cuando era niño y andaba jugando en el bosque con su hermanito, lo vieron y les pareció tan bonito e imposante que hasta le pusieron nombre.


Además, dicen que bajo la sombra de este antiguo árbol, estuvo Goethe, sentadito, contemplando la naturaleza y dejándose inspirar por el murmullo del viento. Un lugar mágico, con vibraciones extrañas. Así, lo sentí yo. 

La Gorda María :-)
Interesante paseo, abriendo temporada otoñal. Valentina y yo :-)

Paisaje de verano tardío, casi otoño.

18 August 2014

Una noche "sin preocupaciones" en los castillos de Potsdam.

El concurso.

A la pregunta del periódico local "Berliner Zeitung" de porque merecía ganarme un par de boletos para asistir a la Noche de los Castillos 2014 en el Parque Sanssouci en Potsdam, respondí que porque sólo había estado ahí una vez, hace diez años, y que había llovido mucho, por lo que no pude apreciar bien el lugar, y que me había quedado muy triste. 




 

El viajecito.

Al parecer, con mi historia conmoví corazones, y me hice acreedora a las entradas, por lo que emocionada, el sábado pasado me dí a la tarea de viajar de Berlín a Potsdam, pequeña ciudad que queda al suroeste de la capital alemana. El viaje lo hice en autobús por ser la conexión más fácil y directa desde donde me encontraba, pero obvio, no fué la más rápida. Además, tuve la oportunidad de ver por primera vez el campo de las afueras de Berlin y algunos pequeños poblados que no conocía.





El parque.

El trayecto duró más de una hora, con una lluvia tremenda. Afortunadamente al llegar al Parque Sanssouci, el clima mejoró. Sans souci, quiere decir sin preocupaciones y no sólo es el nombre del parque, sino así se llama el castillo principal.


El parque es enoooorme, enorme, enorme. ¡Son 289 hectáreas!. Tiene varias construcciones reales  de todos los tamaños, diseños y arquitecturas, así como también, iglesia, baños romanos, casas de campo, "orangerie", molino, etc.; además de de jardines y esculturas de mujeres, hombres y niños desnuditos tocando instrumentos musicales o comiendo frutas. Todo lo que en la época de Federico el Grande se pudiera desear y "necesitar".

El "Parque Sanssouci", que desde 1990 es considerado por la UNESCO, Patrimonio Cultural de la Humanidad, tiene varias entradas, arroyuelos y lagos. Por ejemplo, para darles una idea de que tan grande es: ir del castilllo principal, a uno de los castillos pequeños, o atravesar casi todo el parque, hay que caminar entre cuarenta y cincuenta minutos. Sí, cuarenta o cincuenta minutos. ¡Lo bueno que en aquella época, tenían coches con caballos! je je...bueno, una opción sería usar usar bicicletas, pero está prohibido rodar en el parque.





El evento.

La Noche de los Castillos, Potsdamer Schlössernacht  me pareció un evento muy bonito, divertido; además, de que fué muy diferente a lo que había visto y vívido, tal vez por el maravilloso lugar que ya de entrada es fabuloso y "como de cuento". En cada jardín, patio o castillo había alguna manifestación artística relacionada con la época del Barroco o Rococó: danzas, música, actuaciones, etc; el parque estaba iluminado, había árboles que contaban historias o de repente caminaban figuras gigantes entre la multitud. Noche de sorpresas y mucha gente, local y foráneos, presente.

Algunos de los asistentes iban vestidos como en áquellos años y hasta conversaban o saludaban con ese lenguaje florido y rebuscado. Hubo momentos en que me llegué a sentir como María Antonieta de Austria o como la Reina de Prusia, Isabel Cristina de Braunschweig-Wolfenbüttel-Bevern, quien vivió ahí y recorría con sus vestidotes los viñedos de su residencia de verano. 

 





Me alegro haya tenido la oportunidad de haber ido a tal evento, espero regresar pronto al parque y a Potsdam para realizar un recorrido más tranquilo y apreciar con calma cada castillo del parque, con sus respectivas historias. ¡Saludos a todos y hasta el siguiente post! 

;-) Cheers! :-)


12 August 2014

Sin agua, no hay cerveza

Columna publicada en periódico El Vigía, en julio 2014.

Con eso de que el tema del agua anda de moda, en unas partes porque hace falta y en otras partes, porque abunda - como es el caso aquí en Alemania, que en los días calurosos, los bomberos le abren a la llave y con las mangueras mojan a los paseantes a fin de que se refresquen, así como también de que se acostumbra ir a nadar a los lagos o ríos de los alrededores en los cuales corre agua limpia y cristalina - el tema en esta ocasión, es sobre el agua, fuente de vida, y el cual es el ingrediente básico de la bebida preferida en este espacio: la cerveza.

Así es, agua y cerveza van de la mano. ¿Porqué? Bueno porque la cerveza está elaborada casi en un noventa por ciento con esta sustancia en su estado líquido.

El agua, dependiendo del suelo de donde emane tiene determinadas características, puede ser baja o alta en minerales o en sales. Estas características aportan, definen, aunque se lea increíble, el sabor, el color y la textura de la cerveza. Claro, al final todos los ingredientes (malta, lúpulo y levadura) hacen lo suyo, pero la presencia del agua es fuerte y determinante.

De hecho, dependiendo el estilo de cerveza, es el agua que se utiliza. Por ejemplo, para estilos pilsner, dicen los expertos maestros cerveceros, se utiliza agua blanda, es decir, sin muchas sales; mientras que para estilos pale, agua dura, con más sales.

Por ello, por la mportancia del agua en la elaboración de la cerveza, hace varios siglos, principalmente en Europa, las cervecerías se instalaban cerca de los ríos, a fin de tener siempre una fuente de agua cerca con la cual poder producir su bebida fermentada.

Actualmente, los productores de cerveza no necesitan tener una fuente natural cerca, es suficiente con que tengan un buen proveedor de agua potable, pues ya es posible modificar las características del agua y adecuarla a la receta de la cerveza a elaborar.

Además, de que el agua es parte importante en la cerveza, se requiere también su uso en el proceso de elaboración, como lo es en el enfríamento y obvio, en la limpieza del área de producción.

Así que ya saben, agua y cerveza van juntas, sin agua no puede haber cerveza, y sin ésta disminuyen los placeres de la vida. ¡A cuidar el agua!, y tambien nuestro Planeta, porque es el único con la maravillosa y deliciosa cerveza. ¡Salud!


*Licenciada en Ciencias de la Comunicación. Fundadora del movimiento cervecero femenil “Mujeres Catadoras de Cerveza en México”. Promotora de la cultura cervecera en el mundo. http://bikebeerfun.blogspot.mx/

10 August 2014

¿Qué es la cerveza artesanal?

Columna publicada en la primera semana de agosto de 2014.

En las últimas semanas tuve la oportunidad de asistir a un par de eventos cerveceros de talla internacional en la capital alemana, en donde el tema principal fue la cerveza artesanal. 


En ambos eventos, acudieron de todas partes del mundo, productores de cerveza, distribuidores, periodistas, columnistas, blogueros, consumidores e interesados en disfrutar este líquido milenario, lo que muestra que la cerveza artesanal está siendo cada vez más apreciada, reconocida y buscada a nível global.

Pero... ¿Qué es la cerveza artesanal?

Independientemente del concepto técnico que dice “bebida fermentada elaborada sin el uso de maquinaria y en cantidades pequeñas de tales a tantos litros por año”, me gustaría compartir con ustedes lo que en estos eventos, según la gente presente, originaria de Holanda, Dinamarca, Alemania, Inglaterra, España, Brasil, México, Estados Unidos, Canadá, Israel y Rusia, describe como el concepto de cerveza artesanal. Cerveza artesana como le dicen en España, Craft-Bier en idioma alemán o Craf Beer en inglés. Personalmente, coincido con estas características.

La cerveza artesanal no es gourmet, ni premium, esos términos sólo son parte de la mercadotecnia; sin embargo, la cerveza artesanal sí es:

Natural.
Ya que que está elaborada con ingredientes naturales: agua, lúpulo, malta y levadura. Además, dependiendo el estilo y la receta, se le agregan hierbas, frutas o especias. No se utilizan conservadores, colorantes o saborizantes artificiales.


Honesta.
Ya que no se necesita agregarle, esconderle o inventarle atributos, es lo que es: cerveza.

Independiente. Se elabora por convicción y porque gusta a quien la hace, no pensando en el mercado o sólo para generar ganancia. Además, generalmente, las microcervecerías artesanales, no pertenecen a otras compañías.

Innovativa.
Siempre se pueden crear combinaciones que aún no existen y sorprender paladares.


Especial.
Detrás de cada botella, de cada tarro, de cada barril, hay una historia: cada productor o maestro cervecero la elabora de acuerdo a su receta, dedicándole tiempo y pasión a todo el proceso, y por lo tanto, al producto final.


Deliciosa.
Como está hecha con esmero, con ingredientes naturales y de calidad, la cerveza artesanal tiene sabor. Sabe a malta, a lúpulo o a mil cosas más, dependiendo el estilo, los ingredientes, la elaboración, la fermentación... el ánimo, la compañía.

Sin duda, una vez probado y conocido la cerveza artesanal, la vida ya no es igual.

¿Y tú? ¿ya la probaste?. ¡Salud por la cerveza artesanal!

Autora: Yadira Espinoza
bikebeerfun.blogspot.de