Les comparto la columna cervecera publicada la semana pasada en Zona Líder.com y en periódico El Vigía. Ambos sitios en Baja California, México:
En varias ocasiones me han preguntado ¿Cómo comenzar a conocer de
cervezas? la respuesta es muy clara: atrévanse a probar diferentes
estilos y marcas, no sólo a las que estamos acostumbrados o a las que
“todo mundo toma”. Además, aléjense de la idea de que tomar en grandes
cantidades, es saber y conocer de cerveza.
Luego viene la segunda pregunta: ¿Cuál se recomienda para empezar?
esto puede ser complicado y tal vez no muy atinado, ya que depende del
paladar de cada quien. Sin embargo, en mi experiencia y comentarios que
me han compartido algunos amigos y conocidos, me atrevo a decir, que el
estilo de cerveza que casi siempre gusta a todos, y que sugiero para
empezar a probar nuevos estilos de cerveza, es la de trigo. Hefe Weizen o
Weizenbier, palabra en alemán.
¿Porqué la cerveza de trigo? porque esta cerveza es suave en sabor,
no es muy amarga, sino un tanto dulce, está elaborada en su mayor parte
con este cereal, y sólo se le agrega cantidad mínima de lúpulo,
dependiendo la receta y el productor; a veces, puede saber un poco a
pan, a vainilla, a plátano y tonos cítricos. Es una cerveza refrescante y ligera, ideal para cualquier época del año, pero sin duda, en primavera y verano se disfruta mejor.
Los primeros en elaborar cerveza de trigo, no como la conocemos
ahora, sino de manera rústica y sin levadura, fueron los pobladores de
la antigua Babilonia, quienes se presume fueron los creadores de esta
maravillosa bebida, hace miles de años.
Posteriormente, durante la Edad Media, era muy popular en Alemania,
pero por varios años y en algunas regiones estuvo prohibido elaborarla,
ya que “por la escasez” se decía que el trigo debía ser para comer, no
para beber. Sólo algunas comunidades privilegiadas podían cosechar y usar el
cereal para el apreciado líquido, entre ellos, los monjes, quienes se
encargaron – probablemente, con mucho gusto y placer - de elaborarla,
reinventarla y mejorarla: le movían a la olla en la cocina, y luego la
dejaban reposar en la oscuridad del sótano del monasterio. La preparaban
principalmente para beberla durante los largos ayunos, tiempo en el que
no consumían alimento sólido.
Más tarde, con el descubrimiento de la levadura, el estilo se
modificó un poco, y resultó como la conocemos ahora: ¡de-li-cio-sa!, y
muy recomendable para empezar a probar diferentes cervezas.
Marcas comerciales internacionales de cervezas de trigo las encuentran en varios supermercados en todo el Estado.Marcas locales, artesanales, las consiguen con su cervecero favorito o
en la microcervecería de su preferencia, también en todas las ciudades
de la bella Baja California. Así mi humilde y refrescante sugerencia, ¡salud...os desde Alemania!, la tierra de las cervezas de trigo. ¡Mmm!
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