Los
Jardines de Cerveza en Alemania
Por:
Yadira Espinoza. Desde Berlín
¡Hola
a todos, queridos lectores!, en esta
ocasión quisiera compartir con ustedes uno de mis temas favoritos de
la tradición y cultura cervecera en Alemania: los jardines de
cerveza, “Biergarten”, como se les conoce en el idioma alemán,
los cuales son áreas al aire libre con mesas y bancas, donde se
puede disfrutar de una buena cerveza y del buen clima durante la
primavera y verano. Los hay chicos, grandes y abundan por doquier: en
los pueblos, ciudades, a la orilla de un lago, en medio del bosque o
hasta en lo alto de una montaña, donde uno pudiera creer que no hay
ni la mínima señal de civilización.
Los
jardines de cerveza ¡son una maravilla!, se tiene contacto con la
naturaleza, hay árboles, pajáritos, y el élixir de la felicidad a
base de malta y lúpulo; además, de que es el lugar indicado para
conocer la vida y cultura teutona: acude gente de todas las edades, disfrutan de una o dos cervezas,
comen salchichas, pan, bretzel, papas, mientras conversan
tranquilamente o juegan ajedrez. Luego se van a pie o en bicicleta...
Una opción que se convirtió en tradición
Los jardines de cerveza surgieron hace poco más de doscientos años en Munich, en el sur de Alemania, cuando a las cervecerías sólo se les permitía elaborar y servir sus maltositos líquidos durante los meses de otoño e invierno. Para no estar límitados en producción ni en venta, los cerveceros decidieron construir sótanos a lo largo del río Isar, a fin de que durante el proceso de fermentación, la cerveza, con el frío del suelo cercano al agua, se conservara en la temperatura adecuada, y de esta manera, pudieran ofrecer cerveza durante todo el año.
La
gente de los alrededores, acudía a los sótanos cerveceros, llenaba
sus grandes tarros llamados “Steinkrug” y se los llevaba a casa;
sin embargo, cada vez llegaban más interesados y optaban mejor por
quedarse ahí. Como no había suficiente espacio adentro, los dueños,
empezaron a poner bancas y mesas afuera, no vendían comida, sólo
cerveza, por lo que las familias enteras llegaban con canastas llenas
de queso, jamones, pan, salchichas, rábanos, mantequilla, ¡mmm!,
así, mientras los niños trepaban árboles o chapoteaban en el río,
los adultos convivían, comían y se refrescaban tomando cerveza.
Con
el tiempo, se fueron abriendo más jardines de cerveza por todo el
país.
Actualmente,
unos conservan el concepto original de no vender comida, sólo bebida
y “sirvase usted mismo”, mientras otros sí tienen servicio de
restaurant, y básicamente tiene una terraza acondicionada para
sentarse y pasarla bien. Lo que si es común denominador, los
jardines de cerveza son para toda la familia.
Así
parte de la cultura cervecera y de la vida en tierras germanas:
disfrutar tranquilamente no sólo de la famosa bebida milenaria, sino
también de la naturaleza, del tiempo libre con la familia y los
amigos. ¡Placer total! ¡Saludos hasta la bonita tierra
bajacaliforniana, desde mi jardín de cerveza favorito!, luego les
platico cual es...
*Catadora en Alemania. Licenciada en Ciencias de la Comunicación. Fundadora del movimiento cervecero femenil “Mujeres Catadoras de Cerveza en México”. Promotora de la cultura cervecera en el mundo.
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